La visión de comida hace salivar al hambriento
En la década de 1890 Pavlov realizó una serie de experimentos con perros, empleando en ellos diversos medios implementados quirúrgicamente con el fin de medir el flujo de saliva cuando se alimentaba a los animales. observó que los perros salivaban no solo cuando comían, lo hacían también al oler o ver comida apetitosa salivaban incluso ante la perspectiva de que llegara la comida, cuando se acercaba uno de sus cuidadores.
Respuesta condicionada
Pavlov concluyó que la comida que se daba a los perros era un estímulo incondicionado (EI), porque producida una respuesta incondicionada (RI), no aprendida (la salivación, en este caso) . Sin embargo el sonido del metrónomo era también aprendida, por lo que la llamó respuesta condicionada (RC)
Demostró que se puedes desaprender las respuestas condicionadas si el estímulo condicionado se administra repetidamente sin que le siga la comida.